domingo, 29 de agosto de 2010

Abre la ventana y deja entrar el sol...

La luz entraba por la ventana sigilosamente... sin llamar... sabía que tenía que decir algo, pero no se atrevía. Aquellos haces de luz intentaban entrar en aquella habitación solitaria, pero algo se lo impedía ¿ Qué era? No había ningún obstáculo para que se iluminará la habitación, pero seguía estando vacía, sola y dormida. No había viento que abriera de golpe la ventana, ni siquiera una pequeña ráfaga... así que no se abrió aquel día. A veces parecía que el sol intentaba adentrarse a través de un hueco pequeño, pero era imposible, no era el momento. Pasaron los minutos, las horas e incluso meses y entonces, sólo entonces, el viento llegó abrió la ventana y el sol alegro aquella habitación. Desde entonces, no ha habido día sin sol.

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